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Autorizaciones/authorizations, medical billing y Unidades

Oct 1

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Authorizations y Medical billing
Authorizations y Medical billing

Las Authorizations y Medical Billing


La facturación médica es un proceso complejo que requiere un profundo conocimiento de los sistemas de salud, las normativas de los seguros, y las políticas internas de cada clínica o centro médico. Dentro de este amplio campo, hay tres aspectos críticos que, cuando se entienden y manejan correctamente, garantizan el éxito financiero y operativo de cualquier práctica médica: las autorizaciones, las unidades y el billing (facturación). En este blog, abordaremos cada uno de estos componentes, explicando su importancia y cómo una correcta gestión puede marcar la diferencia en el flujo de ingresos de una clínica.

1. Autorizaciones: Un Paso Fundamental en la Atención Médica

Las autorizaciones son una parte esencial del proceso de facturación médica, especialmente cuando se trata de procedimientos especializados o costosos que requieren la aprobación previa de las compañías de seguros. Las autorizaciones permiten a los médicos y proveedores saber si un tratamiento o procedimiento específico será cubierto por el seguro del paciente, lo que evita sorpresas financieras tanto para la clínica como para el paciente.

¿Por qué son importantes las autorizaciones?

En muchas ocasiones, las compañías de seguros exigen que ciertos servicios, como cirugías, tratamientos de salud mental o procedimientos de diagnóstico, cuenten con una autorización previa. Si no se obtiene esta autorización, la reclamación puede ser denegada, lo que significa que la clínica no recibirá el pago por el servicio prestado y el paciente podría verse obligado a asumir la totalidad del costo.

Por ejemplo, en mi carrera como billeadora médica y duena de compania de billing, he visto innumerables casos en los que los servicios fueron proporcionados sin la autorización adecuada, lo que resultó en pérdidas significativas para la clínica. Una correcta gestión de las autorizaciones es crucial para prevenir este tipo de situaciones y asegurar que cada reclamación presentada tenga una mayor probabilidad de ser aprobada y pagada.

El proceso de autorización

El proceso para obtener una autorización varía según la compañía de seguros, pero generalmente implica presentar información sobre el paciente, el tratamiento propuesto y, en muchos casos, documentación que justifique la necesidad médica del servicio. Esta información se envía a la aseguradora, quien revisa el caso y decide si autorizar o no el procedimiento.

Es fundamental estar al tanto de los requisitos específicos de cada aseguradora, ya que algunas pueden solicitar formularios adicionales o tener plazos específicos para la presentación de solicitudes. Por ejemplo, algunas aseguradoras permiten que las autorizaciones se soliciten en línea a través de portales dedicados, mientras que otras requieren que se realicen por teléfono o por escrito. Además, es importante recordar que las autorizaciones no garantizan el pago, pero son un paso previo obligatorio en muchos casos.

2. Unidades: Precisión en los Servicios Prestados

Las unidades, en el contexto de la facturación médica, hacen referencia a la cantidad de veces que un servicio o procedimiento ha sido proporcionado a un paciente. Es un concepto fundamental en la codificación y facturación de los servicios médicos, ya que muchas compañías de seguros basan sus pagos en las unidades reportadas en las reclamaciones.

¿Qué son las unidades?

En términos simples, las unidades son una forma de medir y cuantificar los servicios prestados. Por ejemplo, si un paciente recibe fisioterapia, cada sesión puede contarse como una unidad. Para los servicios de laboratorio, cada prueba realizada se registra como una unidad. Es crucial que las unidades reportadas sean precisas, ya que un error en la cantidad de unidades puede resultar en una denegación de la reclamación o en un pago incorrecto.

En mi experiencia, uno de los desafíos más comunes es asegurarse de que las unidades reportadas en la reclamación coincidan con los registros médicos y los procedimientos realmente realizados. Un error común que he visto en la facturación es cuando una clínica reporta más unidades de las autorizadas o permitidas por la aseguradora, lo que inevitablemente lleva a una denegación.

Límites de unidades y autorizaciones

En algunos casos, las autorizaciones están directamente relacionadas con las unidades. Por ejemplo, una aseguradora puede autorizar un número limitado de sesiones de terapia física o un número específico de días de hospitalización. Es vital que las clínicas y centros médicos sigan estos límites, ya que facturar más allá de lo autorizado casi siempre resultará en una denegación de la reclamación.

Además, es importante estar al tanto de las políticas de cada aseguradora, ya que algunas permiten solicitudes adicionales de unidades si el tratamiento necesita extenderse más allá de lo originalmente aprobado.

3. Billing: El Corazón de la Facturación Médica

El proceso de billing o facturación es donde todos los componentes anteriores, como las autorizaciones y las unidades, se unen para garantizar que la clínica reciba el pago por los servicios prestados. La facturación médica implica codificar los servicios médicos, crear y presentar las reclamaciones a las compañías de seguros y, finalmente, asegurarse de que los pagos se realicen de manera oportuna.

La codificación precisa es clave

La codificación es uno de los aspectos más importantes del billing. Los códigos de procedimiento y diagnóstico son utilizados por las compañías de seguros para determinar cuánto se debe pagar por un servicio. Una codificación incorrecta puede resultar en denegaciones o pagos insuficientes. Por eso, es fundamental que los facturadores médicos, como yo, estén siempre al día con los cambios en las pautas de codificación.


En el formulario de reclamación HCFA 1500, es fundamental incluir la autorización previa del seguro para garantizar una facturación correcta y evitar demoras o denegaciones en el pago.


La autorización previa debe indicarse en la casilla 23 del formulario HCFA 1500, la cual está designada para el número de autorización o referencia. Este número se obtiene después de haber solicitado y recibido la autorización por parte de la compañía de seguros para el procedimiento o servicio que será facturado. Si no tienes el numero de autorizacion en esta casilla corre el riesgo de que te deniegen el billing.


Instrucciones:

  1. Asegúrate de que el número de autorización que se colocará en la casilla 23 sea el correcto y coincida con la autorización otorgada por la aseguradora.

  2. Verifica que la autorización esté vigente y que cubra los servicios o tratamientos que se incluyen en la reclamación.

  3. Ingresa el número de autorización de forma clara y legible en la casilla 23 del HCFA 1500.

Al incluir correctamente el número de autorización en el formulario, se facilita la revisión y el procesamiento de la reclamación, lo que aumenta las probabilidades de recibir un pago oportuno y correcto por los servicios prestados.

El seguimiento es esencial

Una vez que se presenta una reclamación, el proceso no termina. Las clínicas deben llevar un seguimiento constante de las reclamaciones enviadas para asegurarse de que no se retrasen los pagos o se denieguen sin razón justificada. En mi experiencia, es común que las compañías de seguros necesiten correcciones o documentación adicional, por lo que un buen sistema de seguimiento es crucial para mantener el flujo de caja de la clínica.

Además, el billing también incluye el manejo de las denegaciones y las apelaciones, asegurando que cualquier reclamación rechazada se revise y se vuelva a presentar correctamente dentro del plazo establecido por la aseguradora.

Conclusión: La Importancia de la Coordinación entre Autorizaciones, Unidades y Billing

Como he mencionado, el éxito en la facturación médica depende en gran medida de una coordinación eficiente entre los procesos de autorizaciones, unidades y billing. Las autorizaciones aseguran que los servicios prestados tengan la posibilidad de ser cubiertos por el seguro, las unidades permiten que los servicios sean facturados con precisión, y el billing garantiza que las reclamaciones se presenten y se paguen correctamente.

En mi carrera como facturadora médica con 20 años de experiencia en Medicare, Medicaid y seguros comerciales, he aprendido que la clave para un flujo de ingresos exitoso en una clínica es dominar estos tres componentes. Un pequeño error en cualquiera de ellos puede llevar a la pérdida de ingresos y a la insatisfacción de los pacientes.

Por ello, invito a todos los propietarios de clínicas y profesionales de la salud a invertir tiempo y recursos en asegurarse de que su personal esté bien capacitado en el manejo de las autorizaciones, las unidades y el billing. ¡La correcta gestión de estos procesos es esencial para el éxito financiero de cualquier práctica médica!


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